“Si ahí abajo no te entra nada, no sos rara, puede que tengas vaginismo” el vaginismo es un padecimiento en el que existe una constricción involuntaria de los músculos de la vagina al intentar tener relaciones sexuales. En realidad, ante cualquier intento de introducir algo en la cavidad vaginal. Es frustrante. Afecta terriblemente la relación de pareja por no poder compartir una vida sexual placentera.
La infiltración de toxina botulínica consigue evitar el espasmo de los músculos de la vagina, es decir hace una relajación selectiva consiguiendo así una relación sexual satisfactoria. Se corta el mecanismo cerebral por más que se dispare la señal, esos músculos no van a responder, permitiendo iniciar las relaciones sin dolor asociado y ayudando a vencer el miedo al dolor. En el 75% de los casos está demostrado que con una sesión es suficiente para curar el vaginismo.